La Directora del Programa de Primera Infancia UC, María Pía Santelices junto a cuatro tesistas de Magister y/o Doctorado del equipo, participaron en una conferencia en el V congreso de la Red Iberoamericana de Apego (RIA) “Perspectivas actuales de la teoría del apego en Iberoamérica. Investigaciones, Intervenciones y Políticas Públicas”, el cual se realizó el pasado 8, 9 y 10 de noviembre en Montevideo, Uruguay.
La Red Iberoamericana de Apego que funciona desde el año 2009, ha realizado 4 congresos en cuatro países diferentes, (Panamá, Chile, EEUU, Colombia), y tienen como objetivo la difusión de investigaciones, intervenciones y políticas sobre la Teoría del Apego que se estén llevando a cabo en el mundo.
En este caso las principales temáticas del Congreso realizado en Montevideo fueron Primera infancia, Niñez, Adolescencia y Adultez.
El Simposio en donde participaron María Pía Santelices, Ana María Gallardo, Cecil Mata, Diana Gómez del Doctorado en Psicoterapia y Priscilla Jiménez del Magister en Psicología Clínica, llevó por nombre “Estudios Chilenos en Parentalidad: “Desafíos para la intervención en primera infancia”, y fueron cuatro investigaciones las que se presentaron sobre “Parentalidad en primera infancia”, las cuales se están llevando a cabo actualmente en el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP).
Estas investigaciones son:
Por segundo año consecutivo, investigaciones en temas de salud mental fueron abordados en el programa de difusión científica ‘Exploradores de la Ciencia: del átomo al cosmos’, que exhibe el Canal 24H de Televisión Nacional de Chile. En el capítulo del miércoles 18 de julio de 2018, la Directora del Programa Primera Infancia UC, María Pía Santelices, junto a otras investigadoras asociadas de MIDAP – Graciela Rojas y Claudia Miranda- mostraron qué se ha descubierto acerca de la depresión en Primera Infancia, en la Mujer y en los Cuidadores de Personas con Demencia, y cuáles son las intervenciones exitosas para tratamiento y prevención.
El dia 3 de Julio 2018 en el Café Literario Parque Balmaceda se realizó el café científico de MIDAP en el tema ‘Trauma en la infancia de los padres: ¿qué hacer para no repetir la historia?’, el que estuvo a cargo de la psicóloga María Pía Santelices, Directora del Programa Primera Infancia UC.
Un proyecto Fondecyt realizado por investigadoras de la UC y MIDAP confirmó que, aunque el trauma infantil vivido por el grupo de mujeres chilenas en estudio había afectado su capacidad de apego con los hijos, un factor en la crianza lograba disminuir el impacto: la función reflexiva parental, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del niño o niña para entender lo que le sucede y responder a sus necesidades.
Según estadísticas de la UNICEF, el 75 por ciento de la población chilena declara haber sufrido algún tipo de abuso o maltrato cuando niños, desde negligencia en el cuidado de las necesidades básicas hasta violencia física por parte de sus padres o cuidadores.
“Peter Fonagy, un estudioso en el tema, dice metafóricamente que -como los niños no pueden entender esta situación de que ese adulto que es una figura de apego, que está ahí para cuidarlo, es el mismo adulto que le hace daño- prefieren no pensar y se produce un fenómeno como de mente en blanco. Y ahí viene lo que se llama el fallo en la mentalización”, explicó María Pía Santelices. “Por eso Trauma y Mentalización están tan relacionados, porque para poder mentalizar el mundo yo tengo que sentir un grado de seguridad, para poder explorar no sólo el mundo externo sino también el mundo interno. Pero si el mundo interno es amenazante, prefiero no explorar, y se produce este bloqueo”.
Justamente ese primer quiebre es el que condiciona a la persona y su capacidad para reflexionar considerando las emociones, motivaciones, deseos y cogniciones, tanto propias como de terceros. Y el costo lo pagan sus descendientes.
“Un adulto que sufrió traumas en su infancia que le generaron un bloqueo de la mentalización, cuando se enfrenta a la relación con los hijos le ocurre el mismo bloqueo y prefiere no pensar, no reflexionar, y menos con los hijos. Y entonces ese adulto va a decir “¡no, porque no!” y no va a dar ninguna explicación, no va a entrar en el conflicto, porque también para él es muy amenazante. Se podría decir que los enemigos de la mentalización son esta experiencia traumática que provocó este bloqueo, y por otro lado una actitud como de ‘certeza cognitiva’: pensar que uno les lee la mente a los niños y sabe lo que necesitan, pero de manera literal. Entonces ese adulto deja de ser curioso, deja de hacerse preguntas, de plantear hipótesis [sobre lo que está sucediéndole al otro]. La actitud reflexiva es todo lo contrario: nunca tener certezas con los niños pequeños, siempre pensar que la mente es opaca, no es transparente, y que, para entrar en el mundo interno del niño o niña pequeña, lo que yo tengo que hacer es tener una empatía gigante, abrirme, hacer preguntas y no creer que ya tengo las respuestas. Es una actitud muy difícil, porque uno está acostumbrado a lo contrario”.
Las investigaciones, sin embargo, han demostrado que esa capacidad mentalizante puede cultivarse. En los talleres y otro tipo de intervenciones que se hacen con los adultos que tienen esa carencia por traumas de infancia, se enseña a interpretar, a acercarse a los niños de otra manera y a relacionarse desde las emociones.
“El actuar que tenga la persona hacia un niño que está llorando va a depender de su observación y de su interpretación, porque si parte de una creencia, por ejemplo ‘¡aah, está mañoso otra vez!’, no va a ir a consolarlo, y al revés, hasta va a retarlo: ‘¡yaaa, córtala, no sigas llorando!’. Pero si la mamá parte de la base que si el niño está llorando es porque está expresando algún desagrado, va a hacer una hipótesis: ‘¿será que le duele la guatita? ¿tendrá sed? ¿tendrá sueño?’ Hasta aquí es un adulto sensible, pero para que además sea un adulto mentalizante tiene que hablar, tiene que verbalizar. Si no, no está completa la conducta”, explicó la psicóloga. “Entonces, podría decirle al niño: ‘mi bebé hermoso ¿estás llorando porque tienes susto?’, y darle así un contenido, que podría ser o no la hipótesis correcta. Y luego, darle sentido a la experiencia: ‘seguramente no te gusta estar solito en tu cuna por mucho tiempo’. Entonces uno le dice verbalmente al niño, aunque sea muy chiquitito, y así los va mentalizando. Y el niño completa internamente lo que le sucede y así se le va generando seguridad”.
De hecho, el estudio Fondecyt que María Pía Santelices condujo junto con otros profesionales del Programa Primera Infancia UC, mostró que, si bien en las 81 mamás de Santiago que estudiaron había una relación entre el trauma de infancia que habían vivido y el apego inseguro que mostraban hacia sus hijos, en aquellas con mayor capacidad mentalizante el impacto sobre sus niños era menor.
“Aquí viene el gran desafío, porque los traumas en la infancia no vamos a poder cambiarlos, pero sí podemos influir en la sintomatología depresiva y también en la capacidad reflexiva parental”, planteó la Directora del Programa Primera Infancia UC.
“Algo que sería como un sueño para nosotros es que cada vez que un adulto vaya a consultar por depresión, se le pregunte si tiene hijos o no y que se incorpore la variable de parentalidad dentro de la terapia, lo cual no es lo más frecuente. Lo habitual es que un adulto vaya a psicoterapia y muchas veces se toca muy tangencialmente la parentalidad. Con todos estos estudios nosotros tratamos de demostrar que, si tenemos un adulto en etapa de crianza de niños pequeños, sabemos que esto está afectando a los niños. Por lo tanto, tenemos que hacer algo para que no les afecte. Entonces la variable función reflexiva debería estar en los tratamientos de adultos que están criando niños pequeños. Esa es una conclusión que podemos sacar de este estudio”.
María Pía Santelices, especialista en Primera Infancia, aportará desde su perspectiva cómo trabajar las actividades para que los menores de 6 años se acerquen a la ciencia.
Explora CONICYT, el programa de divulgación y fomento de la ciencia en la ciudadanía, renovó en junio su Consejo Asesor. Y entre los nuevos integrantes invitó a participar a la Directora de nuestro programa, María Pía Santelices.
“La divulgación de la ciencia no siempre es un tema que lo veamos cercano quienes estamos haciendo ciencia. Y Explora es una manera de llevarlo a la comunidad de una manera lúdica, interesante, entretenida”, comenta María Pía Santelices. “Yo creo que voy a tener mucho aprendizaje de ese puente entre el conocimiento y el entregar mayor sensibilización a la comunidad sobre la importancia de la ciencia.”
La psicóloga se une así al equipo compuesto por académicos, científicos, ejecutivos y representantes de gobierno que deberán definir los lineamientos estratégicos de Explora para los próximos meses.
En específico, la tarea de María Pía Santelices será aportar desde su disciplina a comprender mejor qué necesidades específicas tienen los niños menores de 6 años en cuanto a lenguaje, motivaciones y comprensión, y cuál puede ser la mejor manera de trabajar con ellos para fomentar su acercamiento a la ciencia.
“Hay una línea de estudios más cognitiva, de cómo aprenden los niños, cómo aprenden los procesos, cómo aprenden el causa-efecto, a partir de su experiencia”, explica la psicóloga. “Lo más claro es que -para que sea un aprendizaje significativo- los niños tienen que vivir la experiencia. No les basta con algo abstracto, muy lejano a su experiencia cotidiana. ¡Por eso los niños no se quedan tranquilos, y hace una pregunta y luego otra, e insisten hasta que entienden! Entonces hay que aprovechar esa curiosidad para entrar por ese lado y darles algunas respuestas que a ellos les vayan haciendo sentido, y vayan entendiendo los procesos de la naturaleza.”
´Felicidad’ es el nombre del capítulo que el sábado 30 de junio de 2018 presentó la serie chilena de TV ‘Por la Razón y la Ciencia’. El programa de divulgación se exhibe los fines de semana por CNN Chile (sábados a las 08:00h y 23:30h, y domingos a las 20:00h), y cada capítulo se dedica a un tema, visto desde diversos ángulos del conocimiento.
El episodio dedicado a la felicidad abordó investigaciones y descubrimientos en psicología, inmunología y psiquiatría, adentrándose en aspectos de la trascendencia de la vida.
Usted puede ver el capítulo aquí.
Es sabido que los primeros años de vida de una persona son vitales para su desarrollo físico, mental y emocional. La ciencia, sin embargo, está aportando conocimiento nuevo y más preciso: hay segmentos de la población, tipos de intervenciones y estrategias demostradas para mejorar el bienestar no sólo en los niños sino también en sus cuidadores.
El Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP) junto con el Programa Primera Infancia de la Escuela de Psicología UC llevaron a cabo el pasado 18 de Abril de 2018 un Seminario – Taller en el cual participaron dos connotados investigadores internacionales: Nicolás Lorenzini del Anna Freud Center del Reino Unido, y Ana Rocío Escobar Chew de Michigan State University, EE.UU. Junto con ellos, la psicóloga María Pía Santelices, Directora del Programa Primera Infancia UC. El Seminario contó con presentaciones, una mesa redonda y talleres, en los cuales se presentó un diálogo entre investigación e intervenciones clínicas en infancia, en torno a experiencias y reflexiones acerca de lo que actualmente se está realizando en país y en el mundo.
Ana María Gallardo, psicóloga UC y tesista de Doctorado del Programa de Primera Infancia UC, presentó el dia 17 de Julio de 2018 en el Café Científico organizado por el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad, MIDAP, realizado en el Café Literario Parque Balmaceda. En este encuentro se refirió al tema de parentalidad y migración desde un enfoque especial, ya que más que hablar del estrés o la depresión que afecta a los extranjeros que llegan a vivir a Chile, el encuentro fue una invitación a los presentes para pensar y sentir como si tuvieran que irse a otro país. Ella habitualmente atiende familias inmigrantes, y además su proyecto de Doctorado en Psicoterapia está enfocado en ‘Cogniciones y prácticas parentales en familias de niños haitianos’.
De hecho, según su experiencia, uno de los elementos que más se altera al empezar a vivir en Chile es la parentalidad, la relación entre padres e hijos, debido a que la cultura dentro del hogar no siempre es la misma que la del ambiente externo.
Si bien las costumbres de crianza en Chile han cambiado, hasta hace unos 30 años “nuestros padres eran la autoridad máxima, muy jerárquicos. Y esto es algo que en algunas familias de otros países latinoamericanos todavía se mantiene, lo cual es positivo también”, explica la psicóloga. “Pero ciertamente, cuando una familia extranjera llega a Chile y se encuentra con una forma de relacionarse más horizontal, le genera conflicto, porque el niño va a la casa de otros compañeros, ve otra forma de relacionarse entre sus amigos y sus papás, tal vez se da cuenta que ellos son más cercanos, hablan de tú a tú. Lo mismo, si una como psicóloga le pide a un papá extranjero que se relacione de manera más horizontal con su hijo, tal vez no le haga sentido la terapia porque estamos exigiendo una configuración familiar que es la nuestra, la que se está dando en Chile en esta época. Es un cambio cultural interno importante”.
En la charla, aparte de graficar la reciente tendencia migratoria hacia Chile, la profesional invitó a los asistentes a pensar en sus propias historias familiares, para recordar de dónde eran originalmente sus propios abuelos o padres y descubrir que el ‘irse a vivir a otra parte’ es algo más común y cercano de lo que se cree.
“Si uno sabe que su abuelo pasó por lo mismo, que le costó mucho, o la historia de un papá o una mamá que también tuvo que esforzarse, y que gracias al apoyo que recibió en ese proceso yo soy quien soy ahora y estoy donde estoy ahora, va a ser mucho más fácil poder ayudar”, planteó Ana María Gallardo.
Esta invitación a empatizar con el que viene de afuera, reflexionando en lo que uno mismo viviría y sentiría si tuviera que irse a otro país, se vio reforzada en la charla mediante ejercicios concretos para imaginarse en escenarios de vida en el extranjero, sin familia, sometido a discriminación, a rechazo por lucir diferente o por no hablar el idioma local. Incluso algunos de los propios asistentes, chilenas y chilenos que estudiaron en el extranjero, relataron sus vivencias y enriquecieron la sesión.
“Siempre se ha hablado desde un enfoque mucho más social, pero verlo desde el punto de vista de Salud Familiar creo que nos abre la oportunidad de apoyar tanto a los padres como a los niños, al sistema familiar”, dice la psicóloga. “Incluso generar también sistema de apoyo para las educadoras, profesoras y profesores que trabajan en contacto con las familias, porque son las que más se han visto desprovistas de herramientas, y creo que ahí hay una línea de intervención súper importante”.
Y un dato final: si de empatía o solidaridad se trata, hay que considerar que -según el Instituto Nacional de Estadísticas- en 2017 había 746.465 extranjeros en Chile, cifra muy inferior a los 1.037.346 chilenos que actualmente viven en otro país, algunos de ellos acogidos e integrados a la comunidad, pero otros sometidos probablemente al mismo rechazo y estigmas de ser ‘un inmigrante’.
Rocío Escobar, académica invitada por el Programa Primera Infancia UC, mostró en seminario MIDAP sistema de parentalidad en comunidades de inmigrantes, que no sólo aleja a jóvenes de las pandillas y drogas, sino que también ayuda a los padres a sanar sus propias heridas de infancia.
Rocío Escobar es una psicóloga guatemalteca que hizo su Doctorado en la Michigan State University, EEUU. Allí no sólo avanzó un peldaño en su carrera académica, sino que además participó en una experiencia que -para un centenar de familias- significó un cambio sustancial en sus vidas, y que para muchas otras es una esperanza palpable.
Se trata de un estudio para adaptar a la realidad cultural de las comunidades latinas una herramienta de crianza ya probada en familias blancas de Estados Unidos. ¿El objetivo? Aprovechar las ventajas que ese sistema tiene para mejorar las relaciones entre padres e hijos y generar factores protectores de conductas no deseadas en esos niños y jóvenes, inmersos en un ambiente desfavorecido en lo social y económico.
La investigación, realizada por un equipo de la Michigan State University, fue publicada en 2015 y debido a sus buenos resultados ha empezado a difundirse en otros países como México, Puerto Rico, Guatemala…y ahora Chile.
En este seminario, –dirigido a profesionales y estudiantes de la salud, la educación y el trabajo social- la investigadora Rocío Escobar expuso los resultados y mostró cómo se aplica.
El PMTO
En la década de 1970 los psicólogos Marion Forgatch y Gerald Patterson (Oregon, EEUU) analizaron las interacciones familiares y notaron que ciertos comportamientos de los padres reforzaban de manera positiva la conducta de sus hijos: las palabras de aliento y cariño tenían un efecto distinto al de las órdenes y el castigo. Los investigadores hicieron estudios longitudinales basados en teorías sociales, del comportamiento y del apego, y aplicaron un plan de intervención en un grupo de familias socialmente vulnerables, mientras observaban lo que sucedía con un grupo de control. Luego de 9 años de seguimiento vieron que los niños, ya convertidos en adolescentes, habían tomado caminos diferentes: los del grupo-control habían caído en problemas con la ley, drogadicción y sexualidad precoz, cuatro veces más que los de las familias intervenidas. Ese fue el nacimiento del PMTO (Parenting Training Management, Oregon model), una verdadera escuela para padres que, a través de una serie de sesiones, les enseña habilidades para comunicarse con los hijos, reforzar lazos, resolver conflictos y generar un hogar protector.
El método empezó a aplicarse en diversos lugares de Estados Unidos, e incluso Noruega lo instaló a nivel nacional en 1999. Sin embargo había un desafío: cómo usarlo en otro tipo de comunidades, con niños y jóvenes igualmente vulnerables. Fue entonces cuando un grupo de investigadores de la Michigan State University decidió adaptarlo para los inmigrantes latinos en la ciudad de Detroit, no sólo en el idioma sino también en las creencias, en los valores, en la cultura que esos padres traían de sus países de origen. Se trata de un elemento clave para que el método conserve su esencia y tenga sentido para las familias.
“Se puso atención a quiénes entregaban el programa: que fuesen personas de la comunidad ya aceptados por los demás, que tuviesen respaldo y validez social, como dos psicólogas que venían haciendo labor en el barrio y dos trabajadores sociales de la parroquia local”, explicó Rocío Escobar, quien formó parte del equipo de trabajo. “Además los manuales tenían personajes que reflejaran étnicamente a los receptores, sus creencias, los giros del lenguaje. Y se buscó los desafíos puntuales de los inmigrantes. Por ejemplo, el hecho de criar hijos que estaban creciendo entre dos culturas”.
El grupo de investigación diseñó el programa, reclutó a las familias y empezó la intervención: ocho sesiones de 90 minutos, con evaluaciones al inicio, al final, y a los seis meses (lea los resultados aquí)ACTIVAR EL LINK. Que aparece en pag de midap Trabajaron sólo con los padres, de manera que fueran los adultos quienes llevaran los contenidos y nuevas destrezas a sus hogares. “Eso los empoderó para ir llevando los cambios y darse cuenta que sí funcionaba, aunque al principio se sintiera como algo extraño o diferente a lo que ellos habían vivido en su propia infancia”, dice la psicóloga.
De hecho, una de las características del programa es que pone a los padres en contacto con sus propias experiencias de infancia. “Muchos de ellos venían a su vez de familias y ambientes donde ellos habían vivido violencia, abuso emocional, abuso físico. Y ahora les tocaba aprender a tratar a sus hijos fuera de esos marcos. ‘A mí no me dijeron que me querían’, ‘a mí no me dieron esa atención que yo le estoy dando a mi hijo, pero yo quiero que él sea mejor que yo, que tenga mejores oportunidades’. Eso fue un desafío, pero también una transformación muy hermosa que vimos en los grupos, donde los padres pudieron ir sanando esas heridas del pasado, y poder darse la oportunidad de escribir una historia diferente para sus hijos”, recuerda Rocío.
También para otras familias
“Se sabe que cualquier padre que adopte este tipo de destrezas encuentra un beneficio, pero lo más lindo es saber que se puede adaptar también a poblaciones que experimentan retos severos de vida”, cuenta la psicóloga. De hecho, el programa se ha llevado a otro tipo de situaciones familiares. “Este programa PMTO se ha aplicado a madres con síntomas de depresión, a familias con hijos con Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad, con buenos resultados. O sea, se ha trasladado a muchas poblaciones y se ha visto efectividad”.
Gracias a la experiencia en Detroit, los investigadores del equipo se propusieron sembrar la experiencia otros países. En Monterrey, México, comenzó un proyecto con madres de áreas marginales, donde el esfuerzo de adaptación cultural tiene que ver con el contexto de narcotráfico y pandillas; en Puerto Rico está haciéndose una observación de intervenciones parentales; y en Ciudad de Guatemala, Rocío Escobar está en la fase inicial de un programa comunitario piloto para ayudar a familias que llegaron a la capital huyendo de la guerra civil o la extrema pobreza de los campos, y que viven en ambientes de pandillas, alcoholismo y violencia doméstica.
Los cinco pilares del PMTO
En este Seminario la especialista profundizó en aspectos concretos de la metodología PMTO y mostró a profesionales y estudiantes ejercicios prácticos para aplicar los cinco pilares del sistema:
Primero, el Involucramiento Positivo entre padres e hijos, basado en el apego, que refuerza actitudes sociales mediante en halago y el aliento (“Qué bien lo hiciste”, “te felicito”, “te quiero”).
Segundo, la Disciplina, que es establecer límites pero con afán de educar y no de desquitarse o volcar el enojo. “Por ejemplo, quitar privilegios, prohibirle usar el celular por media hora, en vez de mandar al hijo a su habitación por 5 horas, o un castigo que dure un mes”, dice Rocío Escobar. “Por eso mismo, otro elemento es la autorregulación que se enseña a los papás, para controlar esas emociones y poder ser firmes pero afectuosos al mismo tiempo”.
Tercero, las instrucciones claras, con voz calmada, que capten la atención del hijo y aseguren que el niño entienda lo que se le pide.
Cuarto, el Monitoreo y Supervisión, donde se anima a los padres a que establezcan modos de estar siempre pendientes de sus hijos, de saber quiénes son sus amigos, cómo se llama su profesora, saber cuál es el plan de salida y regreso a la casa, conversar con ellos y ser un poco ‘detectives’ y averiguar qué está pasando.
Y quinto, la Resolución de Problemas, que incorpora técnicas de comunicación con los hijos y cómo crear un ambiente democrático en el hogar, “donde todas las voces tengan validez, siempre apoyando que los padres formen parte de esa jerarquía que es particularmente importante entre los latinos”, enfatiza la psicóloga.
Académicos y destacados profesionales dedicados a la investigación en torno a la temática, expusieron ante psicólogos, educadores y otros profesionales asistentes sobre la importancia del apego seguro en los primeros años de vida para prevenir trastornos a futuro.
Más de 120 personas llegaron hasta el Centro de Extensión de la Pontificia Universidad Católica de Chile para participar en el seminario “Apego y Mentalización: Prevención e Intervención en Primera Infancia” este pasado 5 de Octubre. En la actividad, expusieron la Directora del Programa Primera Infancia UC, María Pía Santelices, la investigadora de MIDAP Francisca Pérez, el Jefe Unidad de Promoción de Ambientes Bientratantes de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), Dirección Nacional, Osvaldo Ramos, entre otros expertos ligados a la temática.
El amplio abanico de temas abordados por los expositores tuvo relación con las políticas públicas en primera infancia, las experiencias de intervenciones de apego y mentalización desarrolladas por el Programa de Primera Infancia de la UC, la promoción de la mentalización a través de la lectura de cuentos, el estado del arte de las intervenciones en apego y mentalización y el apego en preescolares desde una perspectiva tríadica.
Precisamente la Dra. Francisca Pérez, docente de la Universidad Alberto Hurtado e investigadora de MIDAP fue la encargada de exponer acerca del último tema mencionado. La académica destacó la gran presencia de miembros de la JUNJI en el evento y valoró las políticas de capacitación que está implementando esta institución. “A mi parecer, JUNJI ya tiene sus políticas de capacitación súper instaladas. Es bueno a nivel país capacitarse en temas de primera infancia, sobre todo la gente joven que empieza a trabajar con niños tiene que formarse en estas temáticas, que son de gran relevancia”.
La Directora de nuestro Programa, María Pía Santelices también se refirió al gran interés del público general por participar en la actividad e indicó que la pregunta que se trató de responder durante el seminario fue respecto a cómo los adultos pueden potenciar el apego seguro y ser más sensibles y mentalizantes frente a las necesidades de las niñas y los niños. “Hay una carencia y mucha desinformación sobre este tema. Se le pone muy poca atención al mundo emocional afectivo de los niños y a sus mundos internos. En general, lo que más se focaliza es lo conductual y yo creo que aquí nosotros estamos poniendo el acento en el desarrollo emocional”, señaló la profesional.
Todos los participantes coincidieron en que existe mucho interés por conocer más sobre el apego. Katherine Strasser, académica de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien expuso acerca de la promoción de la mentalización a través de la lectura de cuentos, señaló que “hay mucha motivación de la gente por aprender y se ve que hay mucha necesidad. El punto fundamental de mi presentación se relacionó a cómo los libros de cuentos son un material insuperable para desarrollar la sensibilidad en los estados mentales y las emociones, siempre y cuando los utilicemos interactivamente con los niños y los apoyemos en ese tipo de inferencias y de comprensión”.
La segunda parte del seminario contó con una mesa redonda en donde se presentaron diversos temas relacionados con mentalización en primera infancia. Luego, los asistentes pudieron trabajar lo aprendido durante las presentaciones teóricas y llevarlo a la práctica, a través de un taller sobre la promoción de la mentalización, el que fue moderado por las estudiantes de doctorado de MIDAP, Diana Gómez y Catalina Sieverson.
El Programa de Primera Infancia UC ligado a MIDAP, en alianza con la Fundación América para la infancia, capacitó a 44 psicólogos, trabajadores sociales, educadoras y técnicas en educación parvularia de todo Chile en la utilización de la técnica de Video-Feedback. Hasta la fecha dicho modelo no se había utilizado a nivel educativo en ninguna parte del mundo.
“Video-Feedback para la Promoción de la Sensibilidad Educativa en Equipos de Jardines Infantiles de la JUNJI”, es el nombre del proyecto que lidera la Directora del Programa de Primera Infancia UC, Pía Santelices, quien junto a Esteban Gómez de la Fundación América para la Infancia y colaboradores, finalizó este año la implementación de un exitoso programa piloto para la Junta Nacional de Jardines infantiles de las regiones de Tarapacá y Magallanes. La actividad próximamente será replicada en otras 6 regiones del país este 2017, proyectándose a más regiones para el año 2018 y en un futuro, abarcar todo el territorio nacional.
Los profesionales capacitados y quienes están a cargo de aplicar la intervención en las diferentes regiones, son psicólogos y trabajadores sociales de la Unidad de Promoción de Ambientes Bientratantes (UPAB) de JUNJI, quienes desde el año 2014 buscan generar espacios de buen trato en los jardines, para así favorecer el ejercicio de los derechos de niños y niñas, sus aprendizajes, bienestar y desarrollo integral, en un contexto donde el bienestar de funcionarias y funcionarios se constituye en un elemento esencial para generar educación de calidad.
Al respecto el encargado nacional de la UPAB Osvaldo Ramos indica que “este proyecto es parte de una línea de trabajo que se proyecta desde hace mucho tiempo en la JUNJI y dentro de su relevancia se encuentra que durante el año pasado se adaptó la técnica de video-feedback a la realidad de la JUNJI, lo cual permite que este modelo sea muy pertinente y adaptado a la realidad de nuestros jardines infantiles.
La técnica del video-feedback ha sido utilizada clínicamente por años. Sin embargo, Pía Santelices explica que, en esta oportunidad, la novedad se basa en la manera en que lo están empleando. Según indica, dicha forma de aplicación “consiste en la filmación de las educadoras y técnicas que están en aula con los niños y su interacción con ellos. Luego, esos videos son analizados por las mismas educadoras y técnicas junto a la dupla de profesionales UPAB, psicólogos y trabajadores sociales, ya capacitados en video-feedback, y cuya misión es guiar el proceso de análisis grupal. Lo destacable de este proyecto es que se observan y destacan las fortalezas de quienes trabajan en sala, y estas prácticas son reforzadas, ya que el objetivo es promover mejores habilidades en el personal educativo”.
Desde el proyecto trabajaron en la creación de dos conceptos. El primero es la “sensibilidad educativa”, que consiste en captar la necesidad de los niños y responder de manera adecuada a ellas, y el segundo, es una “comunidad mentalizante”, que se refiere a crear e instalar en JUNJI, una comunidad que se piense a sí misma y que sea capaz de reflexionar sobre sus prácticas.
Con respecto al término de “comunidad mentalizante”, una de las participantes del piloto, la asistente social UPAB de Magallanes, Julia Navarrete, se refirió al trabajo realizado por el equipo liderado por Pía Santelices, señalando que “debo destacar el momento de la supervisión, porque es un espacio en donde la reflexión en torno a la interacción con la comunidad mentalizante va dibujando los aprendizajes que sostendrán el modelo a la larga. Este proceso estuvo expuesto a diferentes problemáticas, sin embargo, en ninguna de las etapas se perdió el foco ni la apreciación positiva sobre estos espacios de cuidado, porque si bien, el eje está centrado en la promoción de la sensibilidad educativa, un componente fundamental que levantamos tiene que ver con la consolidación de aspectos que favorecen la autoestima de las participantes”.
Por otro lado, Loreto Vera, psicóloga infantil y profesional del equipo de dirección nacional de la Unidad de Promoción de Ambientes Bientratantes de la JUNJI y responsable del proyecto, destaca la capacidad de quienes participan de este modelo de renovar su vocación. “Relevamos que las educadoras y técnicas en educación parvularia a través de esa experiencia, tuvieron la posibilidad de detenerse en su práctica cotidiana, a través de las imágenes de los videos, reencantándose con su quehacer y relevando los recursos que despliegan en sus prácticas educativas. En este sentido, este proyecto logró los objetivos propuestos desde un comienzo, los que están asociados a la promoción de los buenos tratos a la infancia, avanzar en la prevención de maltrato infantil y favorecer los contextos bientratantes entre el equipo educativo participante, lo cual nos llena de esperanza en la proyección de esta estrategia”, señaló.
El objetivo del uso del video-feedback es que se convierta en una práctica constante para ir mejorando las habilidades de las educadoras y técnicas en educación parvularia de JUNJI. Al respecto, la doctora Santelices explica que “la meta de JUNJI es el bienestar de los niños y niñas y eso se logra con un personal altamente competente. La gran pregunta es cómo hacerlo. Nosotros estamos proponiendo una manera de mejorar, donde el fin último es generar comunidades bientratantes, y como es un modelo basado en las fortalezas, también es un modelo que te cuida desde una base segura”.
Los cambios en los jardines de la JUNJI donde se realizó el piloto fueron notorios. Julia Vergara, del jardín “Caperucita Roja” de la región de Magallanes, cuenta que esto “es un aporte distinto y significativo. Este proyecto cala hondo en los niveles de bienestar del ser humano. En las sesiones que sosteníamos con las compañeras de jardines infantiles, todas salíamos renovadas. Además, también se profundiza sobre el clima afectivo y por qué es necesario que éste exista entre los adultos que interactúan día a día con niños y niñas para que haya una relación cordial y sustentada en la construcción colectiva del conocimiento”.
Desde el Programa de Primera Infancia de la UC señalan que ellos serán los encargados de continuar realizando las supervisiones, “porque lo óptimo es que exista una observación externa, con un equipo experto, que es neutro y que no es parte de la institución”, cierra la Directora del Programa.
Más de 200 personas llegaron hasta el Aula Magna de la Universidad de La Frontera el pasado 28 de Junio para ser partícipes de una nueva versión del Café Científico liderado por la Directora del Programa Primera Infancia UC, María Pía Santelices. El tema tratado fue Prevención en salud mental: ¿Cómo comenzar desde la primera infancia?
¿Por qué es relevante intervenir en primera infancia? ¿Cómo promover la salud mental en esta etapa? Fueron sólo algunas de las interrogantes que la psicóloga buscó responder en su exposición, en la que destacó la importancia de potenciar el apego seguro y la sensibilidad frente a las necesidades de niñas y niños.
La Dra. Santelices, recalcó la importancia de ser una sociedad informada frente a estos temas ya que el apego está directamente relacionado con el bienestar futuro y la salud mental de las personas.
INVESTIGADORAS DEL PROGRAMA PRIMERA INFANCIA UC SE ADJUDICAN NUEVO PROYECTO FONDECYT 2018 - 2021
El proyecto se titula “Promoción de mentalización en adultos significativos y teoría de la mente en párvulos: Diseño, implementación y evaluación de una intervención basada en cuentos para personal educativo y padres de niños de 3 años que asisten a jardín infantil”.
La investigadora principal del proyecto es Chamarrita Farkas y las co-investigadoras: María Pía Santelices (Directora del Programa de Primera Infancia UC) y Katherine Strasser.
Colaboran además desde USA, Claire Vallotton, Holly Brophy-Herb, Hope Gerde
Este proyecto tiene como objetivo diseñar, implementar y evaluar un programa de intervención basado en cuentos infantiles que promueva la mentalización en personal educativo y padres así como el desarrollo de la teoría de la mente en niños de 3 años que asisten a jardín infantil.
Este estudio es relevante tanto para la Educación como la Psicología, ya que aportará al contexto chileno donde el tema de la calidad de los cuidados es fundamental frente al actual aumento de cobertura de centros educativos preescolares, y al conocimiento de cuán efectivo es el espacio de estos centros en conjunto con la familia. Permitirá analizar los efectos de una intervención basada en cuentos en la mentalización del adulto y la ToM del niño/a, lo cual es relevante debido a que la ToM infantil predice el desarrollo de competencias socioemocionales y habilidades de interacción social en niños/as escolares (Lalonde & Chandler, 1995). Además, una intervención con estas características es de bajo costo, fácilmente replicable y escalable a toda la población, lo cual puede llegar a tener un impacto sustantivo en la infancia temprana.